¿Ha pensado alguna vez cuánto cuesta el agua embotellada? Además del coste, tenga en cuenta el medio ambiente y su salud, así como el precio. Sin pararnos a considerar las diferencias reales entre ambas, a menudo prejuzgamos el agua que sale de nuestros grifos y relacionamos el agua embotellada con la excelencia. He aquí algunas razones para evitar el consumo de agua embotellada.
- Los procesos de embotellado y transporte son increíblemente contaminantes
La contaminación no se produce durante la extracción y distribución del agua del grifo, sino que está presente durante los procesos de fabricación, embotellado y transporte de las botellas. Según las estimaciones, el petróleo utilizado en las botellas de agua que los estadounidenses usan cada año podría alimentar un millón de automóviles durante el mismo tiempo. Se prevé que todos estos procesos, necesarios para crear agua embotellada, contribuyen significativamente al calentamiento global y aumentan la contaminación hasta 3.500 veces.
Por último, hay que tener en cuenta todas las botellas que acaban en los vertederos, ya que tardan más de 1.000 años en descomponerse y además liberan sustancias químicas peligrosas en el suelo cuando se mezclan con las precipitaciones.
- El coste del agua embotellada es más caro
Mientras que el agua del grifo cuesta 1.40 y 1.62 pesos por litro, el agua embotellada cuesta 8 pesos. Por ello, utilizar agua del grifo podría suponer un importante ahorro anual.
Sin embargo, las estadísticas sugieren que el uso de agua embotellada ha aumentado significativamente en los últimos tiempos.
- Privatización de un servicio público
Mientras que el precio del agua lo establece el gobierno y es un bien público, cuando se embotella y se vende, lo fijan empresas privadas. En otras palabras, convierten un beneficio público en un negocio.
Sin embargo, los particulares optan por comprar agua embotellada en lugar de utilizar el sistema público de abastecimiento de agua.
- Se genera una alta cantidad de residuos
No todos los envases que salen al mercado se reciclan. Por un lado, el reciclado supone una pérdida importante de cualidades y tiene un coste de tratamiento, transporte y separación. La liberación de gases de efecto invernadero también es consecuencia de estos procesos. Por otro lado, es un hecho ampliamente reconocido que los que no se reciclan acaban en vertederos, ríos u océanos.
Hay que tener en cuenta que las botellas de plástico utilizadas para el suministro de agua son de un solo uso, y que los factores medioambientales podrían alterar la rapidez con la que se deterioran sus cualidades. Incluso la salud de las personas podría verse perjudicada por ello.
